Flores pertenece a una generación de intelectuales chilenos que desde
jóvenes se foguearon en la política (durante el gobierno de Salvador
Allende), vivieron el exilio y estuvieron en la primera línea del debate
epistemológico internacional. Fernando Flores, Francisco Varela,
Humberto Maturana son nombres que han marcado las conversaciones sobre
nuestras formas de conocer y actuar en el mundo.
Cito a continuación algunas frases de Flores que, seguramente, abren una reflexión más que interesante...
- "El lenguaje es más que las palabras que se dicen. Es lo que nos
constituye en el mundo como relaciones y como actores que empeñan y se
empeñan a través de la palabra".
Aquí se nota evidentemente la marca de Searle, Austin y la teoría de
los actos del habla. Decir es hacer, y al decir construimos el mundo y
actuamos sobre él. Es la dimensión performativa del lenguaje.
- "El lenguaje aparece conectado con la constitución, la efectividad o la transformación de las organizaciones".
- "Lo que constituye a la empresa son las redes de conversaciones,
que son redes de compromisos lingüísticos, redes de actos del habla ..."
Flores da el salto que nos interesa: las organizaciones son
conversaciones, compromisos y redes lingüísticas. Cualquier trabajo
-incluso el trabajo "manual"- se está transformando poco a poco en una
actividad lingüística. En mi caso específico paso la jornada
leyendo/respondiendo correos, tomando notas, conversando con
alumnos/profesores, leyendo libros, discutiendo/revisando exámenes,
hablando por teléfono ... todas actividades lingüísticas. Como ya dije
en un comentario al post de Hugo, también el obrero que trabaja en una
línea de producción participa de una dinámica similar (intercambio
lingüísticos con colegas y responsables, asunción de empeños, registro
de la producción, etc.).
- "La política es la discusión mediante la cual determinamos nuestro
ser social... Las organizaciones son uno de los lugares donde es posible
tener este tipo de conversaciones."
Y llega la política, donde la dimensión conversacional y la asunción
de empeños es evidente: "Si me voy votan, voy a aumentar el presupuesto
educativo ...".
Lo interesante es el salto que lleva a Flores de la lingüística a la
teoría organizacional y ver cómo las tecnologías digitales pueden
potenciar estas conversaciones, integrar nuevos participantes y expandir
el alcance de estos intercambios. Casi sin darnos cuenta las máquinas
digitales se han infiltrado en estas redes lingüísticas para
acelerar/incrementar su funcionamiento. Una anécdota basta para aclarar
esto: hace dos semanas llegué a mi despacho y la PC no funcionaba...
tenía el ordenador muerto, no podía escribir, enviar/recibir mensajes,
etc. ... me sentía inútil, como si me hubieran cortado las dos manos e
incapaz de "producir" algo. Una mañana perdida...
Este cruce entre lo digital y las conversaciones lo exploraron Flores y Winograd en su clásico Understandig Computing and Cognition.
Allí le dan con un hacha a las teorías de la inteligencia artificial:
las computadoras no deben (pueden) pensar, deben sólo facilitar nuestras
conversaciones. Según Winograd, hay que ir "from computing to
communication".
Esta nota fue publicada e originalmente en el blog Digitalismo.com
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